El blog cumplió un año. Ni siquiera recuerdo el día en que esto comenzó, pero sí las motivaciones.
Fundamentalmente tenía que ver con personalizarme. Hace un año trabajaba en un diario en el que mi persona había quedado suspendida para ser una anónima que escribía sobre otros y para otros. Escribía tanto que a veces olvidaba lo que me pasaba. Estaba absolutamente conmocionada ante hechos ajenos, sucesos que no me eran propios y necesitaba pensar y hablar de mí.
Estaba (y aún permanezco) en una provincia a la que no siento propia, habitando un no lugar y en ocasiones pasándola mal.
El blog intentaba no ser un diario íntimo, pero sí un borrador para poder ver de afuera lo que era Fernanda.
Mi persona es un gran personaje y regularmente olvido respetar la línea divisoria entre la persona y el personaje y no quiero ser embebida por el dibujo. En ocasiones sólo quiero ser la persona, sin estructuras, sin que se espere algo de mí y sobretodo, sin importarme lo que otros piensan. Empresas complicadas si las hay.
Noviembre del 2008 era la despedida de un año para el olvido. Eran épocas en las que apenas empezaba a sobrevivir a una relación que me había dejado agotada, lastimada, con dos trabajos que me ponía los nervios de punta y una carrera que no podía manejar. Eran épocas en las que re aprehendía a vivir con mi padre, cargando con la molestia social de sentir que debía vivir sola como una adulta, pero sintiéndome bien al estar protegida como una niña.
Noviembre se perfilaba como un mes complicado, complicado para mi persona que comenzaba a sentirse sola, enterándome de la muerte del hombre que más amé en mi vida y completamente incapacitada para hablar de la pérdida.
Quería pensar en lo que era y estaba olvidando, sin siquiera saber que algo de esto podía ser leído (vaya torpeza!).
Cuando hubo más de dos comentarios, cuando mis amigos hablaban sobre los escritos o cuando me llamaban preguntando si pensaba matarme, me sentí abrumada y empecé con escritos que no quería, otra vez el personaje salía en la absurda defensa de la persona lastimada. Fue un accionar típico en mí, esto de esconderme en la mina superada, algo frívola, gritando que sólo quiero preservarme ante heridas futuras. Y ya no quise escribir, no tenía ganas de mentirme también en el blog, por eso lo abandoné y los escritos comenzaron a amontonarse a medio escribir, a medio destruir, en el cajón de la mesa de luz.
Hace dos meses abandoné el diario y me encontré con el recuerdo del sujeto amando y perdido, pero ya no quería hablar de él. Me encontré con las mismas intenciones de huir de este lugar que no me pertenece, otra vez en un punto muerto, algo cansada, pero jamás abatida.
Y aquí ando de nuevo, a un año de mi anaquel de zapatos, esperando dejar de mentirme para volver a escribir, esperando dejar de pensar que el no comunicarme me preservará, esperando dejar de creer que las personas me quieren herir y ante todo, esperando poder hablar de mi, festejando mi ego para entender lo que soy, entender a Fernanda más allá de mi persona, porque después de todo soy lo que quiero ser y estoy donde quiero estar, siendo una conflictuada, algo contradictoria y una cachivachera por excelencia.
(Voy a soplar mi velita del primer año, pero prometo no confesar mis deseos, como en el escrito de mi cumpleaños, sino me sale todo se va al carajo jajaja).
6 comentarios:
felicidades!
aquí también escribimos para otros, pero este lugar (a diferencia de la redacción d los periódicos) es nuestro hogar, es cálido, hay gente q pasa por una noche o unos segundos, otros se quedan para largo. nos hacemos compañía aunque sea imaginariamente.
felicidades d nuevo.
Gracias. No lo había pensado de esa manera. Buen punto.
Gracias de nuevo.
Beso.
felicidades nena...
Feliz cumple! y por muchos mas...
Besos. Paula
Maravilloso lo que escribiste, creo que siempre quise leer algo de tuyo tan sincero y tan alto, la felicito. Mil besos
matias
Felicidades! por el cumple y por continuar escribiendo... Feliz navidad!!
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