(De cuando el trabajo indeseado se convierte en el amante ideal, que agota y llena de placeres)
El tic- tac del reloj se desfigura y se traduce en un tac-tac con eco en la cabeza. 9 de la noche, traca traca traca, empiezan a girar las rotativas. Pienso: 6 páginas. 3 de la tarde, Israel ataca, no se doblega, Rusia pelea contra Ucrania, los europeos se cagan de frío, Cristina delira, Cristina anuncia que se podrá comprar maquinaria de industria nacional con créditos de tasa fija del 8%, Moyano se ríe del Indec, De Angeli confirma que Cristina tomó mal la medicación, Concordia amenaza con cortes, el Gobierno responde con amenazas de asambleas populares. Tac-tac, tac-tac… el reloj me apura. 6 páginas. 26 notas. 10 fotos. Diagramo, calculo, estimo que el jefe de redacción querrá lo que yo quiero. Fidel de cabeza a la 24, Gaza cabeza de la 25. Espero, tomo mate, salgo a fumar, me río. A las 9 se imprime, apurá. Las Torres Gemelas no pueden caer de nuevo, Siderar debe echar a los empleados antes de las 9. Obama asume el 20, no habrá novedades. Hamás acepta la tregua. “Al fin se dejarán de matar”. Error, 20 minutos después Hamás rechaza la negociación. El Líbano ataca, la ONU ruega por paz. Mierda, 5 de la tarde. Ponele onda, pienso. Todos los días son el mismo caos. La gente empieza a desparramarse por la redacción. 10 voces me aturden, el agudo del fondo me tiene mal, los practicantes chillan. Suena Gieco en la radio. Y Buzzi, el vicepresidente de la SRA, el presidente de CONINAGRO empiezan a gritar que las medidas son insuficientes. El celular duerme a mi derecha. Buenísimo, mi padre y mi hermana se olvidaron de mi. Carola me llama, chisme de último momento. Rusia ya tiene su lugar, China también, las FARC se acomodaron en la 24 abajo a la izquierda, Fidel se lleva la cabeza.
Esperamos por Gaza, nunca se sabe qué pasará mientras los humanos traman asesinatos en pos del poder.
7 de la tarde, 2 páginas hechas. Pienso en la sección Interior de la que me haré cargo el sábado. Los zapatitos me ajustan, las medias me dan calor, “correte, no entro, no ves que estoy gorda?”. Dicen que soy bipolar, tripolar, loca de mierda.
Yo pienso en los asambleístas, en el vestido divino que tengo que llegar a comprarme antes de las 10, pienso en la tesis que me pidieron que corrija, de qué mierda hablaba?. A mi izquierda comienza el tarareo del que no deja de coquetearme, mientras reemplazo el mate por café. 8, pero ahora de la noche. Me estiro, las vértebras amontonadas se acomodan, tac-tac. Dale, a las 9 se imprime. De Angeli ganó la cabeza de la 22. Esa la dejo para el último, el dólar y el Merval me llevan la vida. 8,30, empieza el correteo, correctoras, diagramador, van saliendo las páginas. Corro, todo mal con Gaza, Olmert se encabronó, le pintó lo bélico, vaya novedad!. Tendremos otro día de ataque sin tregua. Tac- Tac, tac-tac, tac- tac… ya termino. Ahí voy. Imagen de Gaza. “Qué buenas las fotos de Reuters”. La de Olmert sosteniendo el poder, todito todo, en su mano derecha. Esa queda.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhh, 9 de la noche. El fin es similar al disfrute del orgasmo. La lucha de a dos (la máquina y yo, las notas y yo, el jefe y yo), la búsqueda del placer, ahí voy, ahí voy. Ya llego… a las 9 de la noche.
Después del apareo con la información, relajo absoluto, me prendo un pucho, me estiro, tomo agua. Cuánto placer. 6 páginas que mañana se convertirán en envoltorio de lechuga, como las relaciones nomás.
Después del placer absoluto, armo mi bolso, junto mis chirimbolos, pego dos o tres gritos más. “Cierto que es bipolar”, dicen los que se olvidaron de mi en mis silencios. Volvemos juntas con Grissel. Pero ya nada tiene sentido. Dejé a mi amante en la silla. Parece que me enamoré, el polvo que dura hasta las 9 me dejan colmada de placeres, el cuerpo reventado, la cabeza al borde de la embolia, y el espíritu regocijante de tantísimo apareo. Mañana vuelvo. Esperando que Olmert recapacite, que Cristina no vuelva a confundir las pastillas. Quiero mi silla de nuevo.
El tic- tac del reloj se desfigura y se traduce en un tac-tac con eco en la cabeza. 9 de la noche, traca traca traca, empiezan a girar las rotativas. Pienso: 6 páginas. 3 de la tarde, Israel ataca, no se doblega, Rusia pelea contra Ucrania, los europeos se cagan de frío, Cristina delira, Cristina anuncia que se podrá comprar maquinaria de industria nacional con créditos de tasa fija del 8%, Moyano se ríe del Indec, De Angeli confirma que Cristina tomó mal la medicación, Concordia amenaza con cortes, el Gobierno responde con amenazas de asambleas populares. Tac-tac, tac-tac… el reloj me apura. 6 páginas. 26 notas. 10 fotos. Diagramo, calculo, estimo que el jefe de redacción querrá lo que yo quiero. Fidel de cabeza a la 24, Gaza cabeza de la 25. Espero, tomo mate, salgo a fumar, me río. A las 9 se imprime, apurá. Las Torres Gemelas no pueden caer de nuevo, Siderar debe echar a los empleados antes de las 9. Obama asume el 20, no habrá novedades. Hamás acepta la tregua. “Al fin se dejarán de matar”. Error, 20 minutos después Hamás rechaza la negociación. El Líbano ataca, la ONU ruega por paz. Mierda, 5 de la tarde. Ponele onda, pienso. Todos los días son el mismo caos. La gente empieza a desparramarse por la redacción. 10 voces me aturden, el agudo del fondo me tiene mal, los practicantes chillan. Suena Gieco en la radio. Y Buzzi, el vicepresidente de la SRA, el presidente de CONINAGRO empiezan a gritar que las medidas son insuficientes. El celular duerme a mi derecha. Buenísimo, mi padre y mi hermana se olvidaron de mi. Carola me llama, chisme de último momento. Rusia ya tiene su lugar, China también, las FARC se acomodaron en la 24 abajo a la izquierda, Fidel se lleva la cabeza.
Esperamos por Gaza, nunca se sabe qué pasará mientras los humanos traman asesinatos en pos del poder.
7 de la tarde, 2 páginas hechas. Pienso en la sección Interior de la que me haré cargo el sábado. Los zapatitos me ajustan, las medias me dan calor, “correte, no entro, no ves que estoy gorda?”. Dicen que soy bipolar, tripolar, loca de mierda.
Yo pienso en los asambleístas, en el vestido divino que tengo que llegar a comprarme antes de las 10, pienso en la tesis que me pidieron que corrija, de qué mierda hablaba?. A mi izquierda comienza el tarareo del que no deja de coquetearme, mientras reemplazo el mate por café. 8, pero ahora de la noche. Me estiro, las vértebras amontonadas se acomodan, tac-tac. Dale, a las 9 se imprime. De Angeli ganó la cabeza de la 22. Esa la dejo para el último, el dólar y el Merval me llevan la vida. 8,30, empieza el correteo, correctoras, diagramador, van saliendo las páginas. Corro, todo mal con Gaza, Olmert se encabronó, le pintó lo bélico, vaya novedad!. Tendremos otro día de ataque sin tregua. Tac- Tac, tac-tac, tac- tac… ya termino. Ahí voy. Imagen de Gaza. “Qué buenas las fotos de Reuters”. La de Olmert sosteniendo el poder, todito todo, en su mano derecha. Esa queda.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhh, 9 de la noche. El fin es similar al disfrute del orgasmo. La lucha de a dos (la máquina y yo, las notas y yo, el jefe y yo), la búsqueda del placer, ahí voy, ahí voy. Ya llego… a las 9 de la noche.
Después del apareo con la información, relajo absoluto, me prendo un pucho, me estiro, tomo agua. Cuánto placer. 6 páginas que mañana se convertirán en envoltorio de lechuga, como las relaciones nomás.
Después del placer absoluto, armo mi bolso, junto mis chirimbolos, pego dos o tres gritos más. “Cierto que es bipolar”, dicen los que se olvidaron de mi en mis silencios. Volvemos juntas con Grissel. Pero ya nada tiene sentido. Dejé a mi amante en la silla. Parece que me enamoré, el polvo que dura hasta las 9 me dejan colmada de placeres, el cuerpo reventado, la cabeza al borde de la embolia, y el espíritu regocijante de tantísimo apareo. Mañana vuelvo. Esperando que Olmert recapacite, que Cristina no vuelva a confundir las pastillas. Quiero mi silla de nuevo.
2 comentarios:
Ah, sos una obsesivita del trabajo... mmhhh, ni loco, yo estudio periodismo pero ni loco quiero eso. Además, te convendría un amante de verdad :P pero claro, si le vas a andar preguntando "qué somos"... no da jaja
Jajajaja. Jamás en mi vida soñé estar sentada acá (ya estoy en mi trabajo) y jamás soñé con terminar un vínculo por preguntar banalidades. Pero acá me ves! jajajaja.
Soy una obsesiva de todo. Cuando estudiaba no lo quería, por eso la aclaración.
Pero hoy me fascina!.
En cuanto al tema del amante real, sí,sí, comparto. Pero elijo este que no me rompe preguntando a dónde voy, no me cuestiona los escotes y demás cosillas.
Bienvenido. Gracias por leer.
Publicar un comentario