22 de septiembre de 2009

De cero

Tras cuatro días de ser una cuasi desocupada he descubierto que:


- Hay vida después del diario.


- Prefiero oír los delirios de mi padre antes que las órdenes del inoperante de mi ex jefe.


- Dormir la siesta es maravilloso.


- Se usar una escoba.


- Tengo el perro más tonto del barrio.


- Dormir ocho horas es muy sano.


- Ser dueña de tu tiempo es fantástico.


- Vivir sin orden es todo un desafío.


- Está bueno esperar horas el colectivo sabiendo que no llego tarde.



- Es genial andar en colectivo.


- La espalda ya no duele.


- Está buena la sensación del no dolor de cabeza constante.


- Andar de zapatillas es impagable.


- La pobreza no pesa tanto.


- Soy la valiente de siempre que no teme renunciar a la comodidad y empezar de cero, una vez más.



(Es muy probable que en una semana comience a caminar por las paredes, pero vamos bien).

5 comentarios:

Lorena dijo...

Dejaste el diario?? Qué pasó?? Por lo que veo, lo estás disfrutando al menos. Supongo que tendrás tiempo de venir a visitarme entonces, ja. Beso grande, Fer.

Anónimo dijo...

No pasa nada. Y es tan encantador aceptar un trabajo para después dejarlo.
D

Fernanda. dijo...

Querida Lore!, sí, si, dejé el diario. Se me terminó el idilio, aún lo amo, ni lo dudes, pero llegué al tope permitido en el medio en el que estaba. Yo quiero más, insaciable que le dicen.
Lo estoy disfrutando porque tengo miles de ideas y ratos libres que estoy resignificando.
Claro que tengo tiempo para visitar a gente que quiero, lo que no tengo ahora es dinero jajajaja. Pero este descanso no tiene precio.
Nos veamos a ver, seguro.

Y "D" ... no, no, mejor no digo nada jajajaja.

Besos!

Juanjo Domínguez dijo...

¡Opa! Me había salteado este post (salida elegante para soslayar que hace rato que no pasaba por aquí). Me alegro de que estés disfrutando. Me gustaría que tomemos un café así me contás cómo lo hiciste. ¿Por qué? Sólo por curiosidad. Besos. Avisá cuando andés de vuelta por aquí.

Fernanda. dijo...

"Sólo curiosidad", Juanjo?. Cómo lo hice?, fue simple: dije basta, heredé mis bártulos, alcé mis petetes y me fui, sin deudas, sin nostalgias. Lo complicado fue el camino hacia el hartazgo y toda una odisea el decir basta.

Ya tomaremos más café, pero podríamos brindar con unos alcoholes no?.

Besos!