27 de julio de 2009

Reflexión matinal



(TN repite por tercera vez en la mañana las novedades de las partuzas del premier italiano en boca de una puta traidora que cu
enta sus travesuras con Il Cavalieri)

Mario, el lavacopas del bar de mi padre, apoyado en la barra, secando distraídamente un vaso, mira la
tele, me mira y confiesa su reflexión:


"Entre Berlusconi y el patrón no sé cuál de los dos la pasa mejor".









19 de julio de 2009

Canción del Domingo VI

 EL FANTASMA DE CANTERVILLE 

Yo era un hombre bueno
si hay alguien bueno en éste lugar.
Pagué todas mis deudas,
pagué mi oportunidad de amar.

Sin embargo, estoy tirado,
y nadie se acuerda de mí,
paso a través de la gente,
como el fantasma de Canterville.

Me han ofendido mucho
y nadie dio una explicación.
Ay! si pudiera matarlos,
lo haría sin ningún temor.

Pero siempre fui un tonto
que creyó en la legalidad
ahora que estoy afuera, yo sé lo que es la libertad.

Ahora que puedo amarte
yo voy a amarte de verdad,
mientras me quede aire, calor nunca te va a faltar,
y jamás volveré a fijarme en la cara de los demás.
Esa careta idiota que tira y tira para atrás.

He muerto muchas veces
acribillado en la ciudad,
pero es mejor ser muerto que un número que viene y va.

Y en mi tumba tengo discos
y cosas que no te hacen mal.
Después de muerto, nena,
vos me vendrás a visitar.

17 de julio de 2009



Solita. Patitas en reposo. Qué viaje necesario. Unas cuantas “no me olvides” azules, unas sábanas blancas, los aros verdes. Sin recuerdos, sin tiempos programados.

Un viajecito relajador. Sin reproches, sin condiciones, sin desesperanzas.

Quiero quedarme, pero ya no estoy. Una pena.

Te voy a extrañar.


16 de julio de 2009

¡Te atrapé!... hace años que se me esconde la explicación. Siempre me llamó la atención tu simpatía por los cariños lejanos, los hombres con propietaria, los imposibles. Y te haces la altruista, cobarde. En cuanto atisbas una futura herida huyes, es más simple buscar el abandono, el golpe certero, el daño inmediato. De eso entiendes bien. Te asusta el cariño, no lo puedes disfrutar, no tienes capacidad de manejo.
Dale, seguí llorando porque ese o aquel no te da bola. Si se fijase en vos probablemente (seguramente) tus piernas cortas correrían los más rápido que esos pulmones fumadores te lo permiten.
Y te autoproclamas “esperanzada”. Cobarde.
Dale, corre nomás, la soledad te va a alcanzar igual. Tanto que la buscas, pero te mientes que no la quieres, engañas a terceros gritando que aborreces la demagogia de la soledad.
Crías dos perros, nena. Aceptalo. Tu plan favorito son los pijamas, un libro y la cama toda para vos. Ya no me engañas más con eso de querer amar al correcto. Te fascina perseguir al canalla, porque manejas los abandonos, mas no el cariño.
Perra asquerosa, junto a la comida escondes los pañuelos descartables. Estoy harta de tus malos escritos estragosos.
“Levantas” para alimentar tu ego, porque es más fácil obnubilar que enamorar. Es mucho más simple engatusar y levantar tus costosas prendas de diseño que acompañar. Qué te haces la compasiva.
Manipuladora, secadora de cabezas. Convences a todos tus bobos de que dejarte es la mejor opción, acusándolos a ellos de cobardes.
Dale nomás. Mentiles, pero a mi no me engañas más.


P/D: En cuanto a tu plan de suicidio con el tabaco, 20 por día es un buen camino. Pero me tiene harta el tufo en el cuarto.

11 de julio de 2009

(Tanto)



Tanto Moreno, tanto Jaime con sus causas, tanto cambio de gabinete, G8, G5, Cristina tomando mal la medicación, Federica en celo, Bruno pesando dos kilos, yo pesando miles. Tanta espera, tanta desidia, tanto mensaje de texto, más mensaje que no aparece, más llamada que conmueve, más desaparición. Tanto conflicto mundial, tantos muertos en Kabul, tanta represión en Irán, en el medio un cuento de Fontanarrosa, la lucha por seguir la ilación de Saramago, la desilusión de aquel escrito que tanto me gustó en la adolescencia. Tanto caos, que los números no cierran, que Boudou se reúne el martes (no debo olvidarlo), tanto trabajo, tantas horas frente a una máquina, tanto pensar en el doctorado, tanto miedo a lo que vendrá, tanto mirar lo que está viniendo. Tanto calcular, ordenar, planear. Tanto cumplir, tanto deber, tanto estar pendiente de los gritos del jefe, tanta acidez.

Tanto hambre, tanto cigarrillo. Pensar en los empleados, en la empleada, en los compañeros, en el pintor, en Federica, en el veterinario. Tanto sumar deudas, tanto dinero que necesito y ya lo gasté, tanto ir, venir, trasladarme. Tantas ganas de irme a la mierda. Tanta presión, tanta que no puedo escribir, tanta que no se me cae un idea ni de las malas (las de siempre). Tanto estar sin mirar, sin atender, sin entender.

Tanto para los otros, tan poco para mi.