23 de enero de 2010

Canción de Domingo XIII

Necesito


Necesito alguien que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza.
Que cocine guisos de madre, postres de abuela
y torres de caramelo.

Que ponga tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando
y que cuelgue mi mente de una soga
hasta que se seque de problemas y me lleve.

Y que este en mi cama viernes y domingo
para estar en su alma todos los demás
días de mi vida.

Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy,
cuando me fui.
Y que sepa servir el té, besarme después
y echar a reír.

Y que conozca las palabras
que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa si total
me voy a desvestir
para amarla,
para amarla.

Si conocen alguien así, yo se los pido,
que me avisen porque es así totalmente
quien necesito.

Sui Géneris.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la carta al cobarde, pero pregunto ¿todo es azaroso?o sea, me pareces una persona interesante pero no deja de llamarme la atención tantos lamentos, tantos "necesitos", son demasiadas desgracias para quien no se lo merece (?), y demasiada pesadez para quien lo lee. Habrá alguna faceta tuya que no te muestre llorona y lamentable?

Fernanda. dijo...

A ver Anónimo, hagamos algo, las cosas ahora están así, pero dejame tu dirección de mail, algún número de teléfono y te aviso cuando alguna faceta mía, menos llorona y lamentable, aparezca.
Claro que la hay, pero por ahora está cerrado por derribo.

Che, gracias por lo de interesante, me hiciste poner colorada.

Beso.

Y gracias, de verdad.

Anónimo dijo...

Al parecer apareció una nueva faceta tuya... Te gusta tener el control al parecer, por ello es que "necesitas" tenerme a tu alcance, a través de mail o teléfono. Eso no va a ocurrir, de momento... En honor a eso que sostuve, respecto a que me pareces interesante es que seguiré leyendo tus escritos, y podrás comunicarte conmigo a través de este espacio, lo pienso visitar en algún momento. Soy hombre y espero que otras facetas tuyas se den a conocer en tus escritos, no en tus comentarios...

Fernanda. dijo...

Tanto misterio, che! qué barbarie.Como si el absurdo de la vida real no fuese suficiente me viene a leer esto, jajajajajaja.