8 de abril de 2009

Tibia oscuridad. Cenizas sin dueño.
Uno más parte a un viaje sin fin, pero se queda. Sólo su alma se transporta. Viaja a mundos clandestinos, censurados por el ahora.
Cigarrillo número siete encendido, el humo nubla la visión…su alma transita, su cuerpo sufre…tolera la negligencia de ser en un tiempo y un lugar errado. Aún posee la magia de hacer volar su alma, elevarse al más allá lejano, pero cercano. Su cuerpo inerte espera el regreso, debe seguir viviendo: alma y cuerpo, uno solo.
El mundo no le permite elevarse, por eso en pequeños instantes logra disociar y darle oportunidad al alma de ser, ser verdaderamente libre, sin ataduras de formalismos, convenciones. Estúpidas arbitrariedades de un mundo sin confines, reglado por quién sabe quién.
El alma regresa, le describe paisajes desconocidos, tiempos sin tiempos…

3 comentarios:

Pablo dijo...

Un blog con perritos es un blog que me cae, bien.

Word dijo...

Que loco no?
Y si no quiere volver? Y si algún día nuestra alma se revela o se enamora y jamás regresa?
Peor sería que regrese un alma que no es nuestra…

Anónimo dijo...

Asombrosos