17 de junio de 2009

Cuando la tristeza amenaza la cordura ordeno objetos. Frenéticamente tipifico colores, formas, texturas y evado.
Entre el orden quedan algunas lágrimas caóticas que encontraré la próxima vez que la tristeza me sorprenda.

8 comentarios:

Word dijo...

Como los corpiños?

Besos!

Fernanda. dijo...

Si Word.

Tanto tiempo.

Beso.

Anónimo dijo...

Uf,que lindo esto que escribiste

Lorena Tapia Garzón dijo...

Linda manera encontraste para evadir... Beso, Fer.

el Rafa dijo...

La cordura es un bien sobrevaluado... que a mi no me apetece cuidar.

La evasión no es mi amiga. Las veces que acompaño mis tristezas se volvieron desdeperanzas...

el_iluso_careta dijo...

rafa tiene razón..che...

Juanjo Domínguez dijo...

Hoy, casualmente, me puse a ordenar toda la casa. Lavé los platos, barrí, ordené la ropa y las cosas que estaban fuera de lugar. Evadí. Beso.

Fernanda. dijo...

Gracias Eme!, es lindo que te guste.

Sí Lore, es terrible.

Rafita, claro que la cordura está sobrevalorada, yo la necesito. En cuanto a escaparse, no es lo recomendable, pero cuando la tristeza es grande las salidas son pocas.

Sí Iluso, Rafa siempre tiene razón jajajaja (hagámosle creer jajajaja).

Pero querido Juanjo!... llame para esas ocasiones, nadie mejor para dejar todo en su lugar (menos la cabeza) que yo!.

Besos.