21 de mayo de 2009


Dejar de querer a un hombre genera satisfacción, porque el cariño no correspondido puede ser una tortura. Sin embargo, dejar de tener sentimientos bonitos hacia una amiga, esa hermana elegida, genera una tristeza grande.
Y así fue la historia de X con Micarolita. En la preadolescencia se encontraban en miradas, haciéndose compañía, queriéndose y perdiendo el tiempo de a dos.
X la protegía, Micarolita resultó ser un ente débil, de cariño inocente. X es pura pasión, hasta el acto de respirar le genera emociones de las más profundas. Micarolita sin embargo, se toma la vida con calma. Suele decir que ella necesita 24 horas para hacer lo que X en una hora.
Micarolita fue la parte de pureza de la que X carecía, el gramo de inocencia, la tonelada de buenas intenciones.
X constantemente tiene conflictos, preguntas, necesidades. Micarolita es feliz con lo que le regalan, que nada tiene que ver con la resignación o la mediocridad, ella es verdaderamente feliz y agradecida.
Micarolita tenía una familia que llenaba los corazones de satisfacción. X es un caos, Micarolita le daba paz, la relajaba.
Aún en la distancia, cuando X escapó de esa realidad que la torturaba, tenía un vínculo lleno de cariño con Micarolita.
Hasta que los accionares de X y la quietud de Micarolita rompieron el vínculo.
X sigue siendo un caos y Micarolita está llena de desconocimientos, pero sin preguntas. Sus miradas ya no son conocidas, ya no se encuentran para hacerse compañía.
Un día X gritó: “Se te va la vida y vos la ves pasar tirada en un sillón”. Micarolita quizás no perdonó ese arrojo de sinceridad y ante todo la torpeza. Y el sentimiento se esfumó, dejando un vacío que es llenado con recuerdos.
X ya no le escribe cartas, Micarolita tampoco garabatea dibujos sin sentido.
Pese a su caos y la insatisfacción permanente X recuerda que “siempre hay un pretexto para ser feliz”, y en la nostalgia la encuentra a Micarolita repitiéndolo hasta el cansancio.

3 comentarios:

Pablo dijo...

Es muy raro dejar a un amigo, sobre todo teniendo en cuenta que es algo generado por nosotros mismos, que nosotros elegimos. MUy raro ese vacio.

el Rafa dijo...

Tristeza enorme si las hay... es un lugar del que no se vuelve nunca...

Fernanda. dijo...

Si Pablo, es extraño, pero ocurre y duele y sana... yo me quedé con los recuerdos y lo que me enseñó. Me gusta que sea así. Gacias por venir. Besito.

Rafita: Quizás se pueda volver, el tema es querer y eso complica las cosas. Y sí, el tamaño de la tristeza es gigante.

Beso.