2 de junio de 2010

¿Qué querés?




Mientras Carola soplaba sus veintipico velitas recordé que tenemos la misma edad y que en 21 días yo estaré cumpliendo con el ritual. Qué cumpleaños feliz ni cumpleaños feliz, que la parió.
Esos veintipico están más cerca de la tercera década que de la segunda y surgió la genial (y frustrante) pregunta: elegí qué querés tener a los 30. Las opciones eran profesión, hijos o marido (¿estereotipos?, nada que ver). La casada realizada simplemente calló, la enamorada de la vida que elige tipos de mierda prefirió un marido, la cumpleañera que nunca sufrió por amor también quiere un marido, y tenía que responder yo, elegí profesión. “¿Vos enferma (otro apodo de los tiernos que me dieron) querés más profesión?”, lo pensé de nuevo y casi, casi descubro el porqué de mi soledad, pero me hice la boluda y sí, es lo que quiero. La suerte pegó un grito, porque ya no quería hablar del tema e interrumpió la borracha semanal que se adhirió a mi opción.
Sin embargo no he dejado de pensar en el tema y casi a diario me lo vuelvo a preguntar, era un juego, pero estas boludas después de 13 años de amistad deberían saber que esas preguntas no se le hacen a un ente de mi calaña.

3 comentarios:

Mel Blanc dijo...

Y sí, a veces la coraza parece resquebrajarse. En definitiva, nadie es inmune a los dictados de la sociedad constituida, ni puede eludir demasiado los estereotipos. Suerte en tu camino!

Anónimo dijo...

Que importa lo que quieran los demás, cada uno sabe por donde le pasa la vida.

un beso

Fernanda. dijo...

Gracias Mel, la cagada es cuando no hay camino jajajajajajaja.

Nada se pierde: Claro que importa, pero sólo para hacerles la contra, ja.

Besos!.